1. El nombre científicamente correcto para el conejillo de indias es café casero. El término "conejillo de indias" proviene de una traducción inexacta del nombre en inglés del animal. Este error, sin embargo, fue tan atrapado que, a pesar de su corrección, el nombre quedó como un segundo término.
2. A los conejillos de Indias no les gusta nadar y no les gusta entrar en contacto con el agua, excepto, por supuesto, para beber agua.
3. El conejillo de indias no es un animal difícil de mantener en casa. Basta con proporcionarle una jaula lo suficientemente grande para que corra libremente, comida seca, un bebedero con agua limpia y fresca y algo de heno.
4. Aparte de los alimentos secos, su dieta puede enriquecerse con diversas frutas y verduras. A los conejillos de Indias les encantan. También son muy buenos para su salud.
5. El cerdo debe comer algo mientras corre, pero no abrumado por la comida. Esto se debe a que los cerdos comen la mayor parte del tiempo. La principal razón de esto son los dientes en constante crecimiento que el animal tiene que desgastar, como un conejo.
6. Los conejillos de indias siempre deben ir acompañados de un segundo conejillo de indias. Sin embargo, lo mejor es comprar dos cerdos que compartan el recinto a la vez, porque entonces la mudanza a una nueva casa es menos estresante para ellos. La introducción del segundo cerdo mientras el primero se ha asentado puede resultar en agresión y desgana de los animales entre sí.
7. Los conejillos de Indias tienen muy buen oído. Lo necesitan para comunicarse porque usan hasta 11 chillidos y señales diferentes.
8. Los conejillos de Indias viven alrededor de diez años en promedio, pero con el cuidado adecuado, una alimentación saludable, ejercicio y cuidados generales, pueden vivir más. El poseedor del récord actual vivió hasta 15 años.
9. El café casero se trajo a Europa desde América en el siglo XVI. Durante 300 años, fueron tratados como un pasatiempo y una curiosidad para los criadores.
10. Los cafés no son agresivos y rara vez muerden o raspan. La mayoría de las veces, cuando se sienten amenazados, huyen. En la jaula, lo más probable es que busquen un rincón para esconderse.