En verano, queremos que nuestra piel esté resistente y bien hidratada. Solo entonces se ve realmente atractivo en traje de baño. Las vacaciones también son un momento en el que cuidamos especialmente nuestros pies: bien cuidados y suaves, se ven muy bien con zapatos abiertos. Y lo más importante: recuerde que la belleza está escondida dentro de nosotros, por lo que es muy importante que estemos renovados y relajados.
Primero: relajación
Merece la pena empezar un día de verano en el SPA con tratamientos que nos permitirán relajarnos. Una excelente manera de hacerlo es con un agradable baño de aromaterapia, que tiene efectos tanto para la salud como para el cuidado. Apoya el sistema circulatorio, relaja los músculos tensos y nutre la piel. Además, es una excelente etapa antes de un masaje corporal, en el que también vale la pena mimarte si necesitas un descanso real. Sus propiedades son invaluables: permite recuperar la vitalidad y la energía, calmarse, reducir los dolores musculares, moldear el cuerpo y nutrir perfectamente la piel.
Segundo: exfoliación
El peeling es una etapa fundamental en el cuidado del cuerpo. Limpia la piel, permitiendo la acción de los principios activos contenidos en cosméticos y aceites valiosos. Esta preparación para tratamientos posteriores garantizará que un día en el SPA nos traiga resultados duraderos.
Tercero: cuidado
Uno de los tratamientos que aporta a nuestra piel los ingredientes más activos es una compresa corporal. Podemos elegir entre envoltorios elaborados a base de muchas composiciones diferentes: hierbas, flores, frutas o leche. Gracias a este tratamiento, podemos hidratar intensamente la piel y prepararla perfectamente para ir a la playa. La última etapa de nuestro día en el SPA debe ser cuidar sus manos y pies. Es bueno realizar un SPA de pedicura y manicura, que además del tradicional servicio de pedicura o manicura, incluye un peeling y un masaje realizado con una preparación hidratante.
El ART SPA en Zamek Topacz ofrece una cataplasma intensamente hidratante con flores y leche de cabra
Zamek Topacz se encuentra a solo 20 minutos del centro de Wrocław y del aeropuerto internacional Copernicus, a 2 km de la autopista A4 y la carretera de circunvalación de la ciudad, en Ślęza.